Tiempo de lectura aprox: 3 minutosEl productor algodonero y empresario del sector Héctor Linke, advirtió sobre el alto costo de los agroquímicos, el impacto ambiental de las prácticas actuales y la necesidad de cumplir la ley que prohíbe el uso de herbicidas hormonales durante el período de restricción. “Si no cuidamos el algodón, vamos a perder mucho más que un cultivo”, aseguró. A la par, habló sobre la importancia de apoyar la investigación en el algodón insistiendo en que “hablamos de Brasil, pero en Brasil los productores no se quejan y pagan el uso de la tecnología”, indicó. En el programa radial AgroProfiles, el productor algodonero Héctor Linke expuso su visión sobre la situación actual del sector agrícola. “Por lo menos tratando de sobrellevarla con el tema producción y con todo lo que venimos haciendo”, afirmó al ser consultado sobre el panorama actual. El referente destacó que la región atraviesa un momento particular desde lo climático y que las decisiones productivas deben ajustarse a las condiciones locales. Linke insistió en la importancia de revisar los modelos adoptados, remarcando que “nos olvidamos porque queremos aplicar modelos armados que no son para nuestra región, que no son inclusive para nuestro país”, expresó. Y subrayó que, más allá de las tendencias globales, “la agricultura argentina tiene una cultura y características propias que no deben ignorarse”. Uno de los puntos centrales de su análisis fue la preocupación por el incremento en los costos. “Antes, la producción en agroquímicos se gastaba alrededor de 30 dólares en el año 97, 98. Hoy lo hemos llevado prácticamente a 90 dólares”, alertó. Según explicó, este aumento impacta directamente en la rentabilidad del productor, considerando que la soja se paga actualmente a 240 dólares puesta en la región. El cuidado del suelo Linke remarcó la necesidad de adoptar prácticas que preserven el recurso natural más importante, como la tierra. “Tenemos que volver a cuidar ese recurso que es un regalo de la naturaleza, que es un regalo de Dios, que es el suelo”, afirmó. Para el productor, “es fundamental encontrar un equilibrio entre la siembra directa, el uso de agroquímicos y las prácticas convencionales”. El referente además cuestionó el abuso de herbicidas y preemergentes en los sistemas actuales. “Estamos echando prácticamente tres, cuatro o cinco preemergentes a un suelo que lo estamos degradando peor que si hacemos una labranza mínima”, sostuvo. Para Linke, es necesario “convivir los sistemas y no depender exclusivamente de los herbicidas como herramienta de manejo”. Asimismo, señaló que detrás del modelo actual existen intereses empresariales que se benefician del consumo de insumos. “Todos los grandes beneficiados de esta situación son las compañías que nos dicen hágalo, total el negocio es para ellos’”, advirtió. En ese sentido, llamó a los productores a reflexionar sobre la necesidad de bajar costos y reducir la carga química para garantizar la sustentabilidad del sistema. Daños colaterales Otro tema sensible abordado en la entrevista fue el uso de herbicidas hormonales y su impacto en cultivos sensibles como el algodón. “Yo soy un luchador contra ese tema nato, de hace mucho tiempo”, declaró Linke. Según explicó, en provincias como Santiago del Estero, los daños ocasionados por derivas llevaron a productores a abandonar el cultivo. “Nosotros hemos huido del algodón porque no lo pudimos hacer nunca más”, afirmó, y recordó que en su caso llegaron a perder hasta 5.000 hectáreas por aplicaciones indebidas. Para el productor, la falta de responsabilidad y control es el principal problema. “Hay una irresponsabilidad muy grande de ciertos productores. No porque tengas que sembrar en directa y usar todos los tipos hormonales me tengas que dañar a mí”, expresó. Linke insistió en que el uso de estos productos debe estar estrictamente regulado y respetar la ley que prohíbe su aplicación entre el 1 de agosto y el 31 de marzo. Además, advirtió que los herbicidas no solo afectan a los cultivos vecinos, sino también al ambiente. “Estamos viendo en los árboles, en las plantas, y el daño que estamos haciendo es enorme”, subrayó. En este sentido, convocó a la conciencia colectiva, remarcando que “no podemos ir a cualquier costa. Paremos un poco y hagamos retrocesos, fijémonos que podemos producir de otra manera y también podemos cuidar al vecino y al ambiente”. Cumplir la ley Héctor Linke celebró los avances logrados en materia de diálogo y control. Destacó el trabajo conjunto entre la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), el gobierno del Chaco y asociaciones de productores para reforzar la comunicación sobre la ventana de restricción de herbicidas hormonales. “Estoy contento porque estamos logrando el objetivo de poner la voz en alto”, expresó, aunque reconoció que aún queda camino por recorrer. El referente recordó que la normativa vigente es clara. “Mientras esa ley exista, no se puede aplicar hormonales desde una fecha hasta la otra. No es que yo lo haga bien o mal. No se puede”, enfatizó. Para Linke, el desafío radica en hacer cumplir la ley y garantizar que los cultivos sensibles puedan desarrollarse sin riesgos. Finalmente, el productor remarcó la importancia del algodón para la economía regional. “La agricultura mueve, y nosotros vivimos al cien por cien de la agricultura. Los gobiernos tienen que ponerlo en la agenda”, afirmó. Según explicó, cada etapa de la producción genera un impacto económico positivo en pueblos y ciudades, dinamizando el comercio y el empleo. “Si cuidamos estas cuestiones, nuestro sistema productivo va a ser cada vez mejor”, concluyó. Fuente: AgroPerfiles