“El productor no puede seguir solo. Tiene que tener una protección real si no quedará en la banquina”.

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 54 segundosEl productor agropecuario chaqueño, en un estado de situación complicado oir haber perdido extraordinarias en soja, algodón y maíz, “necesita de un Estado que le de una mano, que le gestione líneas crediticias, y que ponga en marcha planes de apoyo concreto por este tipo de contingencias como el clima, porque de lo contrario, vamos a tener muchos productores al costado del camino”, advirtió en un extenso diálogo con Agroperfiles el corredor Ariel Ojeda. De este modo, el empresario profundiza su análisis y cuestionamientos a la falta de respaldo estatal en un contexto de pérdidas generalizadas. Apunta a la necesidad urgente de políticas de contingencia y un modelo que contemple al campo como motor estratégico del país. “El que siembra arriesga millones, pero nadie lo contiene” Mientras muchos productores intentan cerrar una campaña agrícola marcada por la pérdida y la incertidumbre. En tal sentido, Ariel Ojeda lanza una advertencia cruda: “No puede ser que el que siembra arriesgue millones y no tenga una red de contención si le va mal”. “Hoy cualquier camión que se coseche va a estar húmedo, con granos verdes, con granos dañados. A eso hay que sumarle todo lo que pesa los residuos que no es soja, y aun así le cobran para salir de la provincia, le cobran ingresos brutos, le cobran con responsabilidad legal… y cuando finalmente vende, le aplican una tarifa reducida, ya sin toda esa mugre”, expresó Ojeda. Luego de todo esto, “el productor se da cuenta que ya perdió entre 12.000 y 13.000 kilos de soja. Es injusto”. Reconoce que la responsabilidad es compartida: “El productor también tiene culpa. Esta es una relación de a dos: el Estado y el productor. Y durante los últimos 20 años ni se hablaron. Cada uno desconfiaba del otro: uno sacaba lo que podía y el otro ocultaba lo que podía”. El desafío del presente: reconstruir la relación. Ojeda señala que el contexto actual plantea nuevas posibilidades: “Hace un año y medio nadie imaginaba un dólar libre, inflación del 1,5%, tranquilidad social. ¿Estamos bien? No. Pero tal vez este sea el camino”. Sin embargo, reclama medidas concretas para el agro: “Hoy no hay herramientas de contención. Si un productor invierte un millón de dólares y pierde todo, se muere. No tiene sentido. En cualquier país serio, si te va mal, hay una asistencia. Acá, no”. Propone crear un fondo de contingencia para proteger a los productores ante situaciones extremas: “Si estuviste pagando impuestos durante 20 años, no puede ser que ahora te cierren la puerta en la cara porque te fue mal una campaña. Eso no va. Tiene que haber un fondo que diga: tal provincia, tanto. ¿Tenés una deuda por la sequía? Listo, se cubre y seguís produciendo. No podés estar cada mes sufriendo la presión del banco”. Dejar el individualismo A pesar de las críticas, Ojeda hace un llamado al sector: “Los productores también tenemos que cambiar. No podemos seguir siendo individualistas. Hay que unirse, buscar técnicos, profesionales que hagan lobby por nosotros. No puede ser que paguemos miles de dólares en insumos y no podamos invertir en alguien que nos represente donde se toman las decisiones”. La conclusión es clara: el modelo anterior ya no sirve. “Si este gobierno propone no poner más trabas, bueno, que también proponga soluciones. El campo no puede seguir siendo una jungla. Tiene que haber reglas claras, respaldo y diálogo real. El desafío es ahora”

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Incorporan los frutos de la palmera Yatay al Código Alimentario

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 17 segundosLa palmera yatay es una especie muy común en el Litoral y su fruto es de interés para diferentes entidades e instituciones: se puede consumir fresco o utilizarse para preparaciones. A partir de este miércoles, los frutos de la palmera yatay forman parte del Código Alimentario Argentino (CAA), de acuerdo con una resolución 30/2025 que se publicó en el Boletín Oficial. “Incorpórase al fruto de la palmera yatay (Butia yatay) en el cuadro del Artículo 888 del Capítulo XI – ALIMENTOS VEGETALES del Código Alimentario Argentino (CAA), debajo del Título ‘OTRAS’, de la siguiente manera: “Nombre común: Yatay. Nombre taxonómico: Butia yatay”, señala el artículo 1° de la normativa firmada de manera conjunta por las Secretarías de Gestión Sanitaria y de Agricultura, Ganadería y Pesca. Esta decisión, según consta en los considerandos, fue tomada a pedido del Instituto Control de Alimentación y Bromatología (ICAB) de Entre Ríos (ICAB). Según se explica en la resolución, la palmera yatay posee una distribución subtropical endémica de Sudamérica, y en Argentina se distribuye en las provincias de Corrientes y de Santa Fe, así como también en Entre Ríos, donde está presente en los departamentos Colón, Concordia, Paraná, Villaguay y Federal. “Este fruto es de interés para la Provincia de Entre Ríos, ya que cuenta con diversos proyectos desde la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), municipios y el Parque Nacional El Palmar, entre otros”, menciona el documento. También explica que este fruto se puede consumir fresco o utilizarse para diversas preparaciones aprovechando su pulpa, semillas o fibra. Incluso, se han encontrado rastros de consumo en poblaciones originarias que vivieron de la caza, pesca, recolección y horticultura en la zona mesopotámica. Por eso, la importancia de su inclusión en el CAA es que “otorga un marco regulatorio para su comercialización en todo el territorio argentino y permite mantener la biodiversidad de especies nativas, revalorizar las tradiciones y respetar la soberanía alimentaria de nuestros pueblos”, amplía la resolución. En rigor, la aprobación de la incorporación de estos frutos al Código ocurrió en septiembre del año pasado, pero aún no se había formalizado con su publicación en el Boletín Oficial. Luego de completar las instancias requeridas de presentación de la solicitud, elaboración del proyecto de resolución conjunta, evaluación por parte del Consejo Asesor del organismo y la consulta pública, se dio por aprobada sin objeciones la incorporación de la fruta en el Código Alimentario, en el marco de una reunión de la Comisión Nacional de Alimentos (Conal). En un artículo publicado por el portal de prensa del Gobierno de Entre Ríos, la directora del ICAB, Karina Meier, celebró esta resolución y manifestó que “se trata de la norma por la cual se rige la elaboración de alimentos para consumo humano”. Y agregó: “Era uno de nuestros objetivos y por lo cual venimos trabajando hace mucho, y es muy importante que tanto la fruta fresca como los subproductos a elaborar con ella tengan el marco legal adecuado para su registro”. “Creamos las bases para que, ahora que la fruta está incorporada al código, poder registrar subproductos como licores o dulces”, explicó la funcionaria. “La intención es aprovechar este alimento, cuidando la biodiversidad y el recurso. Además, implica un impulso para la inclusión social de distintos grupos de trabajo, tanto para cultivar y cosechar el yatay, brindando oportunidades laborales para jóvenes y mujeres”, finalizó. La aprobación significa el encuadre normativo adecuado para el desarrollo de alimentos, proyectos de innovación tecnológica, propuestas de inclusión social y el consecuente desarrollo económico regional en la provincia. Estudios realizados por investigadores de las facultades de Bromatología y Ciencias de la Salud de la UNER y del Conicet, arrojaron que el fruto del yatay presenta gran calidad nutricional y fisicoquímica. Por ejemplo, posee alto contenido de vitamina C: consumiendo 100 gramos de la misma se superan los 60 miligramos de ingesta diaria recomendada; y aportan tres veces más potasio que la banana (348mg/100g), entre otras propiedades nutritivas.

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Milei cambia la ley de Glaciares. ¿Mensaje a la ley nacional de Bosques?

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 52 segundosEl gobierno de Javier Milei, por decreto, modificará la ley de Glaciares con la finalidad de ampliar las áreas de explotación. ¿El próximo decreto será para la Ley Nacional de Bosques 26.331? En la firma del pacto de mayo, del cual provincias como la de Chaco refrendó el mismo, se estableció la autonomía de los estados provinciales en la explotación de los recursos naturales. En el caso de los glaciares, Milei habilita la explotación en zonas protegidas. El anuncio El Gobierno anunció un cambio legal que permite avanzar con proyectos mineros e hidrocarburíferos en zonas protegidas por la ley de Glaciares. A través de un decreto, se modifican aspectos clave de la Ley 26.639, que establece los “presupuestos mínimos” para la conservación de glaciares y del ambiente periglaciar, señala un informe de BAE. Decreto presidencial modificará la ley de Glaciares para ampliar las áreas de explotación. El decreto tiene como fin instalar industrias mineras o hidrocarburíferas en las actuales zonas protegidas. Reservorio de agua dulce Argentina es uno de los mayores reservorio de agua dulce de Latinoamérica, junto a Brasil. Alberga más de 16.000 glaciares, que representan reservas de agua dulce vitales. Especialistas advierten que permitir explotaciones en áreas cercanas a los glaciares podría agravar la pérdida de estos ecosistemas únicos y vitales en un contexto global de crisis climática. La nueva disposición busca reducir las restricciones en áreas donde hoy está limitada la actividad económica. El objetivo oficial, según fuentes del Ministerio de Economía, es otorgar “seguridad jurídica” a las inversiones privadas que deseen desarrollarse en esos territorios. Las autoridades remarcaron que se exigirán estudios de impacto ambiental para cada proyecto. Las zonas periglaciares son las que rodean a los glaciares propiamente dichos. Son espacios frágiles y fundamentales para el almacenamiento de agua. En estas regiones de montaña, el suelo permanece congelado durante todo el año, actuando como reserva hídrica. Por eso, su protección fue considerado siempre como un punto central de debates ambientales durante la última década. Qué es la ley de Glaciares En 2019, la Corte Suprema reafirmó la constitucionalidad de la ley de Glaciares, que fue sancionada en 2010 tras una intensa discusión pública y política. En aquel fallo, se subrayó que la protección de los glaciares es responsabilidad conjunta entre Nación y provincias. La norma vigente obliga a realizar un inventario de glaciares y monitoreos periódicos del impacto de las actividades humanas. No es la primera vez que el Gobierno intenta flexibilizar esta legislación. La intención de modificar la ley ya había estado incluida en borradores de la llamada “Ley Bases”, aunque finalmente fue retirada por falta de consenso político. Esta vez, la vía elegida es un decreto presidencial. La medida de explotación de áreas protegidas fue impulsada desde el Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, junto con la Secretaría de Energía y técnicos de Casa Rosada. El objetivo declarado es abrir camino a la inversión privada y facilitar infraestructura en territorios que, hasta ahora, estaban bajo fuerte protección legal. Organismos internacionales y agrupaciones ambientales reaccionaron con preocupación. La ONU había calificado previamente una medida similar como “regresiva” y advirtió que podría afectar el trabajo de los defensores del medio ambiente. El objetivo oficial, según fuentes del Ministerio de Economía, es otorgar “seguridad jurídica” a las inversiones privadas que deseen desarrollarse en esos territorios, dice BAE.

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Una campaña atípica y con desafíos climáticos marcados en el oeste del Chaco.

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 12 segundosEl ingeniero agrónomo Lucas Vicentín, del departamento Almirante Brown, brindó un análisis detallado sobre el comportamiento climático de los últimos meses y su impacto en los cultivos de la región. En diálogo con Agroperfiles, Vicentín describió cómo las lluvias registradas durante el mes de mayo trajeron un alivio significativo al oeste chaqueño, tras varios meses de estrés hídrico extremo. “Las lluvias se dieron de manera eficiente, con acumulados que se distribuyeron durante varios días. Fueron alrededor de diez días de lluvia y lloviznas, lo que permitió una muy buena infiltración del agua en el suelo”, explicó. Esta recuperación hídrica permitió acumular agua en el perfil del suelo “como nunca antes”, aunque con excepciones puntuales donde no se logró la misma efectividad. Gracias a esta mejora, comenzaron las siembras de cultivos invernales, una noticia alentadora tras una campaña marcada por extremos climáticos. El ingeniero Vicentín remarcó ante Agroperfiles que la campaña fue atípica de punta a punta. “Desde fines de enero empezaron a darse ráfagas de humedad muy erráticas, con altas temperaturas que se mantuvieron hasta fines de marzo, pero sin agua en el suelo. Eso generó que muchos cultivos colapsaran”, detalló. Aunque las lluvias de abril y mayo permitieron un rebrote o algo de rendimiento en cultivos tardíos como soja, maíz y sorgo, no todos lograron recuperarse. “En el caso del algodón, que venía muy golpeado, hubo intentos de rebrote y formación de nuevas cargas, pero las heladas de fines de mayo y principios de junio terminaron de anular cualquier posibilidad”, afirmó. La helada no fue una sorpresa, ya que se dio dentro del rango esperado para la época. Sin embargo, quienes aún mantenían alguna esperanza de recuperación en los lotes de algodón más atrasados, vieron cómo se diluía definitivamente la posibilidad de obtener algo de producción útil. Otro factor que complicó el cierre de campaña fue la calidad de la soja. “Las últimas lloviznas de mayo dañaron bastante los granos. Sumado a los bajos rendimientos, esto trajo aparejado serios problemas de calidad y descuentos comerciales”, indicó Vicentín. La humedad y el estado de los granos generaron complicaciones en los acopios, que se vieron saturados de soja en malas condiciones. “Fue una campaña muy complicada en todos los cultivos”, resumió el ingeniero, en un diagnóstico que se repite entre muchos productores del oeste chaqueño que debieron enfrentar condiciones climáticas extremas, pérdidas y bajos rendimientos. OTBN: “El privado sigue esperando”. Más allá del análisis climático, el ingeniero Lucas Vicentín también se refirió a los obstáculos que enfrentan los productores, en especial los del sector forestal e industrial, debido a la lentitud administrativa y la falta de permisos por parte del Estado. “El sector privado no entiende los tiempos del sector público, y el público tampoco entiende los del privado”, resumió Vicentín. Y añadió: “Hay empleados que deben cobrar, empresas que necesitan seguir produciendo, pero si no hay permisos ni guías, todo se paraliza. Y lo peor es que se trata de cuestiones meramente administrativas”, dijo a Agroperfiles. Uno de los principales ejemplos que mencionó fue la demora en la aplicación del Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN), cuyo marco legal ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero cuya implementación efectiva sigue trabada. “Hace más de dos años que se discute cómo implementar una ley que ya está aprobada, y ahora hay que esperar aún más por la reglamentación”, criticó. Para Vicentín, estas demoras desalientan la inversión y generan una señal negativa para quienes apuestan al desarrollo productivo. “Cuando desde el gobierno nacional se habla de sacar la burocracia del Estado, se habla de esto. No puede ser que se apruebe una ley, y recién después se empiece a redactar la reglamentación. Debería estar lista desde antes, para que el proceso avance sin trabas”, remarcó. La falta de permisos y de respuestas por parte de la Dirección de Bosques también afecta a los productores agrícolas que evalúan invertir en el Chaco. “Si un privado está esperando un simple permiso, no para hacer algo ilegal, sino para trabajar como corresponde y no llega, lo más probable es que se vaya a invertir en Formosa, Santiago del Estero o Corrientes”, advirtió. “El ordenamiento territorial está aprobado, pero hoy no hay permisos. Esa es la realidad”, concluyó. Potencial productivo A pesar de los desafíos, Vicentín destacó que el potencial productivo del oeste chaqueño permanece intacto e incluso potenciado por los avances tecnológicos de los últimos años. “Las posibilidades de desarrollo están más vigentes que nunca. El problema es que algunos plantean una dicotomía extrema entre producción y conservación”, señaló. Desde su mirada, ambas pueden convivir sanamente. “Por eso impulsamos con tanto esfuerzo el ordenamiento territorial. Es la herramienta para que el desarrollo productivo tenga sustentabilidad y, a la vez, se conserve el ambiente. Esa debe ser la base sobre la cual se rija la región”. “El sector privado solo pide reglas claras y a tiempo” Para Lucas Vicentín, el motor del desarrollo en la región sigue siendo el sector privado, que históricamente ha puesto “el caballo delante del carro”. Es decir, ha invertido y apostado por la producción aún en contextos adversos. “Desde el sector privado no se está pidiendo financiamiento. La inversión ya la pone el productor. Lo único que pedimos es que el sector público brinde las herramientas necesarias de forma expeditiva”, expresó. Vicentín insistió en que una herramienta que llega tarde deja de ser útil. “Tiene que ser clara, sencilla, eficaz y llegar en tiempo y forma. No pedimos otra cosa. Solo una gestión pública rápida y eficiente que acompañe el desarrollo productivo”, concluyó.

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Algodón, rutas en mal estado y una soja inviable: el análisis de un productor de Santiago del Estero

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 37 segundosEl productor santiagueño Víctor Badel compartió un panorama actualizado sobre la campaña algodonera en la provincia, destacando los desafíos climáticos y las particularidades de un cultivo que, a pesar de las adversidades, sigue siendo clave para muchos productores del norte argentino. “La cosecha en Santiago del Estero está a full en este momento. Tuvimos tres meses de humedad, lluvia y cielo nublado, lo que aplastó gran parte de la cosecha. A pesar de eso, el algodón se encuentra en buen estado, gracias a una ventana breve de días soleados que levantó un poco los ánimos”, comentó Badel. Consultado sobre la resiliencia del cultivo, señaló que “el algodón es noble, se banca todo tipo de adversidades. Sin embargo, en los últimos años ha sufrido muchos cambios”. Badel remarcó que no sólo en Santiago del Estero, sino también en provincias vecinas como Chaco y Tucumán, la campaña estuvo marcada por una sequía severa y temperaturas extremas. “La situación fue muy difícil. En algunas zonas, la cosecha terminó sin carga, con muy pocos kilos por hectárea. Vi un video de un productor que pasaba la grasera por un lote de algodón en excelente estado vegetativo pero sin producción. Me dijo: ‘Me sale más barato grasearlo que esperar la cosecha, porque el costo no se justifica’”, relató con preocupación. Algodonero de ley Badel, con 41 años de experiencia en el cultivo algodonero, afirmó que nunca había visto una situación semejante: “Nunca, absolutamente nunca vi algo así. Es muy impactante”. No obstante, también hay zonas donde el algodón mostró buenos rendimientos. “El año pasado, entre Bandera y Pinto se lograban hasta 4.000 kilos por hectárea. El norte de Santa Fe también creció mucho en superficie y producción, con buenos resultados”, explicó el productor, resaltando que se trata de un cultivo con presencia en una amplia región del país, con realidades muy dispares según el clima y las condiciones de cada campaña. “Lamentablemente, muchos amigos chaqueños están atravesando un mal momento. Lo digo con dolor, pero es la realidad”. Los rindes Respecto a los rindes actuales, señaló que “en la zona de riego, como La Banda y Fernández, ya se ha cosechado entre un 40% y un 50% del algodón, con rindes muy buenos. En el sur de Santiago y el norte de Santa Fe, como en Posadas y Villa Minetti, la cosecha recién empieza, y estimamos que está en un 20% de avance”. “El algodón con 3.000 o 4.000 kilos por hectárea no tiene competencia. Históricamente se lo sembraba en los peores lotes, pero me parece que eso va a tener que cambiar. Si se destinan mejores suelos, el cultivo puede rendir muchísimo más”, reflexionó. El valor de la semilla fiscalizada Badel subrayó la importancia de la genética en los resultados de campaña. “No alcanza con un buen suelo. La otra gran parte es la genética. Se trabajó con semillas con poder germinativo del 40 al 45% porque no había otra cosa, y los resultados fueron negativos. Con una buena semilla y un par de lluvias en enero, el algodón es incomparable en nuestra región”. Actualmente, el productor se va encaminando hacia el uso de semillas fiscalizadas, un paso clave para mejorar el rendimiento y la trazabilidad del cultivo. “Si el clima acompañara un poco más, se daría ese combo que mencionábamos: varios factores que permiten el desarrollo de un buen cultivo. ¿Y por qué no pensar en grande? El algodón es un cultivo regional que genera muchos puestos de trabajo y aporta recursos importantes a la economía de cada provincia”, señaló Badel. Rotación de cultivos Además, destacó la importancia de la rotación de cultivos en los campos: “Es fundamental. Pero si hablamos de maíz, no podemos dejar de mencionar a la famosa chicharrita. Este año, sorprendentemente, no se escuchó nada al respecto. ¿Qué pasó? Desapareció como por arte de magia. Yo lo pienso y no le hallo una explicación lógica. Nadie te sabe decir bien qué fue lo que ocurrió”. Consultado sobre las exigencias que enfrenta hoy el productor algodonero, como el uso obligatorio de semillas fiscalizadas y el contexto de precios bajos, Badel compartió su visión: “Este es solo mi pensamiento, no digo que sea la verdad absoluta. Venimos de un cambio político, con una macroeconomía totalmente distinta a la de los últimos 40 años. Hoy vivimos situaciones impensadas: el dólar oficial más caro que el dólar blue, por ejemplo. Nunca había visto algo así”. La relación dólar-peso “Además, las herramientas en dólares cuestan dos o tres veces más en Argentina que en cualquier parte del mundo. El costo argentino es altísimo, las tasas de interés no acompañan: una tasa del 39 o 40% en dólares no existe en el mundo. Con ese panorama, invertir se vuelve muy difícil, no cierra por ningún lado”, lamentó. Respecto al precio de la fibra, explicó: “El mercado internacional hoy está en torno a los 60 o 65 centavos en Nueva York. Todos sabemos hacer los números y hay que trabajar en base a ese valor. El mercado local acompaña con otros precios porque importar cuesta más, pero esa diferencia ya se está achicando. Hoy podés vender entre 1.600 y 1.650 pesos en el mercado local, a 30 o 60 días. Y me contaron que Greiffus compró fibra a 1.531 pesos el kilo, pago contado. La brecha se está cerrando”. La industria textil Badel también señaló que la industria textil local atraviesa un momento complejo: “Muchas fábricas importan cien remeras y fabrican diez. Eso perjudica mucho la actividad. Por eso creo que el futuro pasa por exportar. Hoy, los costos operativos del algodón son el doble que antes. Siempre decíamos que con 1.000 kilos estábamos hechos. Hoy necesitás 2.000. Y no hablamos en dólares, sino en la moneda de todos los días”. El productor reflexionó sobre lo incierto del panorama: “Es preocupante. Vos pensás que los alquileres van a bajar, pero dejás un campo y atrás tenés cinco o diez personas que lo quieren tomar igual. Nada se entiende….

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Prevén una mayor cosecha de soja, que alcanzaría 50,3 millones de toneladas

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 26 segundosLa Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) prevé una producción de 50,3 millones de toneladas de soja, una cifra muy por encima de las últimas previsiones. Según el Panorama Agrícola Semanal (PAS), de la entidad porteña, luego de un avance intersemanal de 4,6 puntos porcentuales, la recolección de la oleaginosa ya cubrió el 93,2 % de la superficie apta, lo que implica que quedan apenas el 7% de los lotes por levantar. En este marco, la soja de primera alcanza un avance del 96 %, con un rinde promedio de 31,7 quintales por hectárea (qq/Ha), restando principalmente áreas del NEA y el Centro de Buenos Aires por finalizarse. Por su parte, la soja de segunda registra un 85,5 % de avance, con demoras puntuales en zonas como Carlos Casares y Saladillo, aunque el resto de la región ha logrado recuperar ritmo. “Las lluvias ocurridas durante el período crítico resultaron favorables para estos planteos, permitiendo rindes superiores a los inicialmente estimados, especialmente en ambos núcleos, el oeste de Buenos Aires y el Centro-Este de Entre Ríos”, resume el PAS. Esto da como resultado un rendimiento medio nacional, compatibilizando ambos tipos de siembras, que se ubica en 30,1 qq/ha, el más alto en seis campañas.  “Esta tendencia positiva se sostuvo en las últimas semanas, lo que permitió ajustar al alza la estimación de producción en 300 mil toneladas. En este contexto, elevamos nuestra proyección de producción a 50,3 millones de toneladas”, señala la Bolsa porteña. En cuanto al maíz, el informe menciona que la cosecha de maíz con destino grano alcanzó un 46,7% del área estimada a nivel nacional, tras registrar un progreso intersemanal de 2,9 puntos porcentuales. “Comenzaron las primeras tareas de recolección en el NEA, donde se confirman los bajos rendimientos esperados, con un promedio en torno a los 45 qq/Ha. No obstante, los colaboradores indican que actualmente se están cosechando los lotes de mejor desempeño”, indica el PAS. En tanto, en la región centro-oeste, la cosecha avanza lentamente sobre planteos tardíos en la provincia de Córdoba, arrojando un rinde medio de 81,6 qq/Ha. Por su parte, en el centro y norte de Buenos Aires, las labores permanecen prácticamente detenidas debido al exceso de humedad en el perfil del suelo. Bajo este escenario, el rendimiento promedio nacional se ubica en 78,6 qq/ha y se mantiene la proyección de producción en 49 millones de toneladas. Con respecto al trigo, “en las últimas semanas, se ha relevado un incremento sostenido en la intención de siembra de trigo en las regiones del norte y oeste del área agrícola, como consecuencia de un perfil hídrico reabastecido y perspectivas climáticas que anticipan buenos aportes de humedad durante el período invernal”, entusiasma el reporte. Sin embargo, advierte por otro lado que “las características topográficas y edáficas del centro y norte bonaerense, junto con condiciones de elevada humedad ambiente y bajas temperaturas que dificultan el secado del suelo, obstaculizan el avance de las sembradoras”. El resultado es que esta situación interrumpe las siembras de ciclos largos e impide cumplir con el planteo inicial en esos sectores, reflejando demoras en el progreso de las labores. No obstante, “en los núcleos trigueros del sur del área agrícola, la siembra progresa a buen ritmo aprovechando las buenas condiciones climáticas”, completa. Bajo este escenario, el área proyectada para trigo a escala nacional se mantiene en 6,7 millones de hectáreas, con algunos reajustes zonales: algunas regiones achican su previsión inicial, pero otras la aumentan. Actualmente, el avance de siembra alcanza el 38,5 % del total, con un progreso intersemanal de 14,9 puntos porcentuales Por último, el informe brinda información actualizada sobre la implantación de cebada. “Con un progreso interquincenal de 19,9 puntos porcentuales, la siembra de cebada ya cubre el 24,7 % de los 1,3 millones de hectáreas proyectadas para la campaña 2025/26. Las labores registran un adelanto interanual de 9,7 puntos porcentuales y se ubican 4,7 puntos porcentuales por encima del promedio de las últimas cinco campañas”, precisa el PAS. Y agrega que este ritmo sostenido “se explica, principalmente, por los avances en los núcleos cebaderos del sur, donde se concentra la mayor superficie proyectada y la buena disponibilidad de humedad permite avanzar con fluidez”. En el norte de La Pampa y sudoeste de Buenos Aires, la siembra progresa a buen ritmo, con alrededor del 20 % del área implantada ya mostrando una buena emergencia. En el sudeste bonaerense, donde las labores también avanzan con dinamismo, especialmente en la zona de Tres Arroyos, casi el 30 % del área sembrada ha emergido en condiciones óptimas de humedad.

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Moha: una forrajera prometedora, bajo la lupa en el norte argentino

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 49 segundosDestacada como una gramínea forrajera, la moha es una alternativa productiva poco aprovechada en el norte del país y se adapta a múltiples condiciones. Una investigación del INTA avanza en las pautas para incorporarla y obtener buenos resultados. La moha, una gramínea forrajera con un potencial enorme, está llamando la atención en el norte de Argentina. A pesar de sus ventajas, como su rápido crecimiento y su eficiente uso del agua, esta planta aún no se aprovecha por completo. Por eso, un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) está investigando cómo optimizar su manejo, para que los productores puedan sacarle el máximo provecho. ¿POR QUÉ LA MOHA ES TAN INTERESANTE? Originaria del sudeste asiático, la Setaria italica (conocida como moha) ofrece múltiples beneficios para los sistemas productivos. Es una gramínea C4, lo que significa que tiene una alta tasa de crecimiento y una notable tolerancia al estrés hídrico. Además, se destaca por: A pesar de estas ventajas, la moha tiene algunas limitaciones agronómicas, como una escasa capacidad de rebrote y un sistema radicular poco desarrollado que la hace vulnerable al arrancado por el ganado. LA MOHA Y LA AMENAZA DE LAS MALEZAS Uno de los principales obstáculos para la adopción de la moha es la falta de información y de herbicidas registrados para su uso durante la implantación. Alejandra Ledda, especialista en malezas del INTA Las Breñas, explica: “Existen pocos antecedentes y no hay registros de herbicidas que puedan ser utilizados durante su implantación“. Para abordar este problema, Ledda y su equipo están evaluando la selectividad de herbicidas preemergentes en moha y su efecto residual en el crecimiento. “Nuestro objetivo es identificar opciones químicas viables que permitan un mejor control de malezas sin afectar el desarrollo del cultivo“, señala Ledda. En un ensayo realizado en el campo experimental del INTA Las Breñas, se sembró moha variedad Colorada gigante y se aplicaron diferentes herbicidas preemergentes. Los resultados preliminares son prometedores: si bien algunos herbicidas inhibieron la emergencia de la moha, otros lograron reducir la densidad de malezas sin comprometer el cultivo. PASOS HACIA LA CONSOLIDACIÓN DE LA MOHA Este estudio representa un avance crucial para los productores interesados en incorporar la moha. La identificación de herbicidas selectivos podría simplificar enormemente el manejo agronómico y, por lo tanto, impulsar su adopción a mayor escala. “Aunque se dio el puntapié inicial, aún queda trabajo por hacer”, afirma Ledda. Los próximos pasos incluyen validar estos hallazgos en distintas condiciones de suelo y clima, realizar un mayor número de ensayos y gestionar las aprobaciones regulatorias para el uso de estos productos en el cultivo de moha. Con más investigación y desarrollo, la moha tiene el potencial de consolidarse como una valiosa opción forrajera en las regiones semiáridas, contribuyendo a optimizar la producción ganadera y el uso del suelo en el Chaco y otras zonas del país.

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“ARC”: Aapresid lanzó una certificación para productores que practican agricultura regenerativa

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 28 segundosAmbiente Regenerativo Certificado (ARC) es el nombre del nuevo sello que reconoce las prácticas agrícolas enfocadas en la regeneración del ambiente y la reducción de la Huella de Carbono. La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) lanzó oficialmente su nueva certificación Ambiente Regenerativo Certificado (ARC), un sello destinado a productores que aplican la agricultura regenerativa. El nuevo sello es un complemento de la ya conocida certificación “ASC” o Agricultura Sustentable Certificada, que hoy cuenta con 130.000 hectáreas en 45 firmas, con implementación en todo el país. “ASC sigue siendo nuestra certificación “estrella” ya que no sólo impulsa la aplicación de prácticas sustentables, sino que inicia a las empresas agropecuarias en un proceso de mejora continua al brindarle herramientas para optimizar la gestión productiva y la eficiencia de cada proceso de campo”, repasó Rocío Belda, de Aapresid Certificaciones. Y agregó: “Además, cuenta con el reconocimiento internacional por entidades como la ITC (International Trade Center) y la FEFAC (European Feed Manufacturers Federation) y estándares como RTRS para soja”. AGRICULTURA REGENERATIVA CERTIFICADA Por otro lado, Belda explicó también que “ARC busca reconocer a aquellos productores que aplican prácticas regenerativas facilitando el acceso de sus materias primas a mercados diferenciados y con requisitos específicos como medición de Huella de Carbono y NO deforestación”. En este marco, fiel a la mirada integral de la sustentabilidad que tiene Aapresid, la nueva certificación promueve el cumplimiento de ciertas prácticas sociales y ambientales positivas, como la medición del impacto ambiental por uso de insumos. Asimismo, otro de los grandes diferenciales de la propuesta es que, además del sello ARC, la entidad entrega un informe de diagnóstico personalizado que incluye el posicionamiento del aplicante respecto de la media zonal en aspectos como captura de carbono, rendimientos, eficiencia de uso de agua, entre otras, así como recomendaciones de mejora. ¿CÓMO CERTIFICAR ARC? Para productores interesados en esta iniciativa, Aapresid amplió que el sello se obtiene en dos simples pasos: “Con una metodología simple y acompañamiento técnico en cada paso, ARC se presenta como una herramienta concreta para reconocer y agregar valor a quienes se esfuerzan por producir regenerando”, cerró Aapresid. Por Infocampo.

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CHACO: “Hay un profundo desconocimiento sobre el rol del INTA en el interior del país”.

Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 24 segundosEl asesor privado Mariano González analizó con preocupación la situación que atraviesa el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), resaltando su rol estratégico en las economías regionales y el desarrollo territorial. “Lo que está pasando con el INTA es puro desconocimiento”, afirmó. “También nosotros, como región, tenemos nuestra parte de culpa por no mostrar más lo que el INTA realmente hace”. Uno de los ejemplos recientes que destacó fue la participación del equipo del INTA en el evento de lanzamiento de la temporada primavera-verano de la marca Pato Pampa, en Villa María. “Ayer estuvieron presentes Alex Montenegro y Mauricio Tcacj, que son del INTA. Hicieron una introducción sobre la FELPA y cómo viene el desarrollo de toda esa cadena. Acompañaron el evento y se le dio mucha difusión a lo que significa toda la cadena productiva”, comentó. González señaló que en ese espacio se logró reunir a todos los actores de la cadena textil: desde el consumidor final hasta quienes producen la semilla, procesan el hilo o confeccionan la prenda. “Cuando se sientan todos en la mesa, los valores empiezan a cambiar. Uno dice: ‘Si yo pago tanto por el algodón, y tanto por el jersey, y tanto por el costo de confección… entonces el productor debería estar cobrando, no sé, 16 millones de pesos la tonelada acá en Argentina’”, explicó con tono crítico. El asesor valoró la importancia de este tipo de encuentros donde se visibiliza el trabajo del INTA y se reflexiona sobre la distribución del valor en la cadena productiva. “Hay muchas cosas que se dijeron ayer y que seguramente los chicos van a poder contarte mejor. Pero lo importante es que el INTA estuvo presente, y ese tipo de acciones son fundamentales”, subrayó. También, expresó que este caso es solo una muestra de la diversidad de acciones que el INTA lleva adelante en distintas regiones del país. “Así como te hablo de esto, te puedo hablar de muchas otras cosas que el INTA hoy está haciendo. Lo que falta es visibilizarlo más”. “Falta compromiso del sector para visibilizar los problemas del productor”. Mariano remarcó que el desconocimiento no afecta únicamente al INTA, sino que es un síntoma generalizado en todos los niveles del sector agroindustrial.  “El desconocimiento es a todos los niveles. No es solamente el INTA”, expresó. “Ayer mismo, en los programas de televisión, los productores repetían lo mismo que venimos diciendo hace tiempo. Pero el tema es que tampoco nos involucramos como deberíamos: no salimos a hacer informes, a contar lo que pasa, a visibilizar los problemas. Nos quejamos entre dos o tres, pero no hablamos en serio de cómo mejorar las cosas”. Escenario preocupante González describió un escenario preocupante para los productores, que vienen arrastrando pérdidas y enfrentan una creciente presión del sector privado sin recibir respuestas concretas.  “No están bien. Y no solo por las pérdidas de este año, sino por lo que ya venían arrastrando. El productor se encuentra con que el sector privado no está dando ninguna respuesta. Todos quieren cobrar, todos amenazan desde distintos lugares, y el productor queda crucificado, mientras necesita producir y apostar”, detalló con preocupación. La tensión crece en pleno junio, advirtió, debido a que comienza una etapa clave en la negociación de alquileres de campos. “Ahora empieza el problema más grave, que es la negociación de los alquileres. Va a venir gente de afuera que otra vez va a hacer quilombo en nuestra zona. Pagan altos alquileres, después les va mal y se van de la noche a la mañana. ¿Y quiénes quedan? Los de siempre, los que están todos los años, los que siguen apostando”. Con un tono directo, González dejó en claro que la falta de compromiso del propio sector también juega un papel importante en la falta de soluciones reales.  “Están todos nerviosos, de acá y de allá, pero no hay una mirada estratégica de largo plazo. Las cadenas se empiezan a romper y todavía no vimos lo peor”. “El INTA es muy nuestro, y duele que no se lo valore”. Volviendo al tema del INTA, González remarcó su compromiso personal con la institución, dejando en claro que conoce de primera mano el valor de su trabajo y el impacto que tiene en las economías regionales. “Yo estoy convencido de las cosas que hace el INTA, al menos de lo que yo conozco”, afirmó. “Está bien que haya cosas que se deban repensar dentro de la institución para mejorar la eficiencia. Nosotros la conocimos de una forma, ha ido cambiando y queremos que sea aún más eficiente. Pero eso no quita el valor enorme que tiene”. A pesar de los cuestionamientos y recortes, González cree que no hay mala intención, sino un profundo desconocimiento por parte de quienes toman decisiones desde lejos. “No creo que lo hagan con maldad. Me da pena, porque hay un gran desconocimiento. Y nosotros en el interior eso lo sufrimos mucho”. Con un dejo de preocupación, anticipó que muchas personas ligadas al INTA quedarán fuera del sistema si la situación sigue avanzando en la dirección actual. “Lamentablemente, muchos amigos van a quedar afuera. Y eso nos obliga a empezar a mirar las cosas de otra manera”, dijo. “Porque el INTA es muy nuestro. Tiene un valor enorme para nosotros: desde el trabajo con el algodón, que es nuestro cultivo emblema, hasta la hilandería, el manejo de pasturas y muchos otros temas técnicos que están adentro”. “El productor no está acompañado y eso duele”. Mariano González propone fortalecer la red de apoyo al sector agrícola. Además, se refirió al difícil momento que atraviesan muchos productores chaqueños, no solo por lo económico, sino también por la falta de apoyo y el desgaste emocional que implica “empujar solos”. “Tenemos que reunirnos, hacer una ronda de comunicaciones, considerar y premiar a los productores que hicieron un gran esfuerzo y llegaron hasta el final, acompañar a aquellos que se sienten solos. Porque esto recién empieza y va a haber muchos problemas más”. González  apuntó…

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Ana Victoria Hupaluk: “Sin el INTA, no hay desarrollo posible”

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 20 segundosEn una carta abierta a las autoridades nacionales, la productora agropecuaria y forestal Ana Victoria Hupaluk, hizo una encendida defensa del rol que tiene el instituto nacional de tecnología agropecuaria en el desarrollo productivo del país, y sobre todo en las economías regionales: “Soy Ana Hupaluk, productora forestal y ganadera desde hace más de 30 años en el departamento Almirante Brown, provincia del Chaco. Pero además de trabajar la tierra todos los días, también tengo el orgullo de presidir la Asociación Empresaria y Forestal de Los Frentones, donde representamos a productores y productoras que apuestan por quedarse, trabajar y generar valor en su tierra”. “Conozco bien las dificultades del campo chaqueño: las distancias, el clima extremo, la falta de infraestructura. Pero también conozco la capacidad enorme que tiene esta región para producir, crecer y generar empleo, siempre que se trabaje con planificación y acompañamiento técnico”. “Y si hay una institución que siempre nos acompañó con compromiso real y conocimiento adaptado al territorio, es el INTA”. Ciencia, monte y territorio: un triángulo vital “Para quienes nos dedicamos a la producción forestal y ganadera en zonas de monte, el INTA es una herramienta estratégica. No sólo nos da asistencia técnica; nos ayuda a pensar una producción sustentable, integrada al ambiente, con mirada de futuro”. “Tal sea necesario contar que el INTA nos acompaña en: proyectos de manejo forestal sustentable; producción ganadera adaptada a zonas de monte; capacitación a jóvenes rurales; planificación de cultivos y uso responsable del suelo y en la articulación con organismos nacionales y cooperativas”. “Y hoy más que nunca, necesitamos sumar otro paso: una proyección agrícola planificada, seria, con base técnica y territorial. En Almirante Brown hay potencial para diversificar cultivos, mejorar el rendimiento y cuidar los recursos. Pero eso no se logra de forma improvisada. Hace falta un Estado presente, con ciencia pública y planificación estratégica. Y el INTA es clave en eso”. Al INTA hay que potenciarlo, no desguazarlo “Cuando escuchamos que se habla de cerrar agencias, achicar estructuras o reducir el alcance del INTA, nos preocupa como productoras y dirigentes. Porque no se trata de una oficina más: se trata del único organismo que combina ciencia, territorio y producción con presencia directa en nuestros pueblos”. “Desde Los Frentones y desde el sudoeste chaqueño, decimos con claridad y sin miedo: el INTA no se toca. Se fortalece”. Fuente. AgroPerfiles

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