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Luego de una semana productiva en la cual el algodón fue protagonista en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el lanzamiento del nuevo camino del cultivo, el primer evento biotecnológico aplicado al algodón desarrollado por una empresa argentina, Chaco ha logrado instalarse en la agenda nacional.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires fue sede de ese encuentro (que dicho sea de paso fue destacable su organización, y la participación lograda de todo el arco público-institucional y empresarial) donde se puso en la mesa que hay una bisagra en el algodón, a partir de la aprobación comercial del primer evento biotecnológico aplicado al algodón desarrollado por una empresa argentina y con base en Avia Terai, Chaco, y pretende marcar un punto de inflexión para la industria algodonera nacional-.

Demanda de los productores
Es que este “nuevo camino del algodón” viene a responder aspectos claves en el textil: la demanda de nuevas variedades por parte de los productores, pero básicamente, se habla de un abanico de nuevas posibilidades.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación autorizó —mediante la Resolución N° 132/2025— la comercialización de un nuevo evento genéticamente modificado acumulado triple de algodón, que combina tolerancia a herbicidas (glifosato y glufosinato de amonio) con resistencia a insectos lepidópteros, dos de los principales desafíos que enfrenta el cultivo en Argentina.
Mayor calidad de fibra
Esta variedad permitirá obtener mayor calidad de fibra y un aumento sostenido del rendimiento, y por ende una mayor producción y más exportaciones. Va a impulsar una mayor oferta genética y aumento de la competitividad de toda la cadena algodonera argentina.
Pero no es solo eso: vienen en marcha otras variedades que tendrá directa incidencia en lo que el productor viene planteando como una semilla contra el picudo del algodonero y una que será resistente a la deriva de productos hormonales como el 2.4 D que generó perdidas enormes a los algodoneros.
Cuando se disponga, se hará la firma de nuevos convenios con INTA Saenz Peña para el desarrollo y co-creacion de nuevas variedades con tecnología triple e IMICott. Dicho en otras palabras, se trabaja en variedades resistente a la lagarta rosada, PPO y gosipol.
Invertir en la investigación
Para llegar a esta instancia no fue fácil. El INTA—que tiene los mejores técnicos en la materia—no contaba con recursos y logró que –cuando las multinacionales se retiraron del algodón apareció Gensus en 2016 que financió la investigación-.
Esta pyme, de capitales argentinos radicada en el interior chaqueño, logra acuerdos para transferirle recursos económicos a la investigación que viene desarrollando el INTA Sáenz Peña, logrando el desarrollo de nuevas variedades de algodón: Arandú INTA BGRR-IMI, desarrollado por el INTA Sáenz Peña, que además de resistencia a la familia de herbicidas de las imidazolinonas, es tolerante a restricciones hídricas y cuenta con una destacada sanidad foliar.
Así, es la primera pyme en lograr un evento biotecnológico en algodón, con lo cual se abre una nueva instancia en la cadena del textil al ser aprobada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación. En la Argentina, han logrado desregular únicamente empresas multinacionales, como Monsanto o Bayer en eventos en algodón en el país.