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El operador de granos Ariel Ojeda le confirmó a este portal que, aunque en un pequeño porcentaje, hay productores chaqueños que lograron “calzar” la venta de soja sin retenciones entre lunes y el martes pasado.
El empresario, titular de Ojeda Agropecuaria SAS, describió como “inédita” la reciente decisión del Gobierno nacional de llevar las retenciones de la soja a cero por ciento, aunque de manera temporaria. “En 35 años de trabajo nunca vi algo así. Primero, retenciones cero, algo que parecía imposible.
La medida, anunciada de forma sorpresiva, generó un fuerte impacto en el sector cerealero.

Según Ojeda, “lo sabían 20 personas no más, y guardaron bien el secreto”. Sin embargo, aclaró que en Chaco el efecto inmediato fue limitado porque “no será más del 10% de los productores los que tienen soja, ya que venimos de la peor campaña de los últimos 10 o 20 años”.
El decreto estableció que la eliminación de retenciones regirá hasta el 31 de octubre o hasta que se junten 7.000 millones de dólares, lo que desató un movimiento inusual en el mercado.
DOS DIAS DE FURIA
Ojeda recordó que, durante la mañana del anuncio, es decir el lunes, los precios comenzaron a moverse con fuerza: “A las 17:30 vimos un precio de 505.000 pesos, pero el productor siempre espera para ver qué puede hacer. Había margen de tiempo y eso llevó a ventas modestas”.
Con el correr de los días, la situación cambió drásticamente. “El martes fue una locura. La soja arrancó a 495.000 pesos y en el mercado a término vimos cómo bajaban las órdenes de los clientes: Se vendió bastante entre 330 y 325 dólares mayo, pero después el precio siguió en caída”, señaló.

Según su análisis, los exportadores jugaron fuerte bajando las cotizaciones para apurar las ventas, mientras que China aprovechó para asegurarse cargamentos: “El mismo lunes ya había comprado 11 cargamentos y reservado 20”.
Ojeda no dudó en vincular la medida con negociaciones internacionales. “Se nota que Estados Unidos le dijo a Milei: ‘te doy los 20.000 millones de dólares, pero pongan de nuevo las retenciones porque yo tengo que venderle la soja a China, no le vendas más vos’”, opinó.
Finalmente, los precios cerraron en niveles de 450.000 pesos, dejando a muchos productores sin poder planificar. “Fue una medida egoísta del gobierno para su propio beneficio. Se cumplió el decreto a rajatabla, pero se dejó afuera a mucha gente”, concluyó.
“EL MARTES; SE VENDIO BASTANTE”
Ojeda confirmó que, a pesar del desconcierto inicial, lograron anotar y ejecutar las operaciones que pidieron los productores. “El lunes estábamos fríos, pero el martes, con toda la información que teníamos, impulsamos a los productores a vender. Estábamos seguros de que el precio iba a bajar y que el dólar también iba a caer, era un cóctel grosero”, explicó.
Durante esa jornada, el equipo trabajó de manera intensa: “De las 12 a las 16 horas fueron cuatro horas frenéticas de cambios de precio en baja, sobre todo en las posiciones de mayo y junio.
Contó el corredor de granos y oleaginosas que “llamamos a todos los clientes, informamos minuto a minuto y los que tenían soja disponible la vendieron, al igual que quienes contaban con soja para mayo y junio”.
ACTUAR RÁPIDO ANTE LA VOLATILIDAD
Ojeda destacó que la estrategia fue actuar rápido ante la volatilidad: “Algunos querían vender a 500, yo les dije ‘vendan a 495, dejémonos de hinchar, porque esto viene bajando y mañana se van a arrepentir’. Y de hecho al otro día bajó 30.000 pesos”.
Si bien reconoció que, visto en perspectiva, se podría haber vendido más, se mostró conforme con las decisiones tomadas: “Hoy uno dice, ¿por qué no vendí más el martes a 325 o 330? Pero hacemos lo que podemos; si fuéramos tan buenos, no tendríamos que trabajar tanto”.
EL JUEGO Y PRODUCTORES SIN VENDER
El operador también cuestionó con dureza la actitud del Gobierno nacional al eliminar y luego restablecer las retenciones en un lapso tan corto. “El gobierno sacó y puso las retenciones cuando quiso: lo hizo Massa, lo hizo Cristina, lo hizo Macri, y ahora Milei. Prometió retenciones cero, pero claramente lo hizo porque le convenía, no por los productores”, criticó.
Según Ojeda, muchos productores quedaron atrapados en una situación injusta: “Fue un sálvese quien pueda.
Si un productor estaba en el campo sin señal, cuando llegó la soja ya había bajado 40.000 pesos. Con un poco más de respeto, podrían haber anunciado la medida con algunos días de anticipación, dar margen para negociar con los exportadores y mantener precios razonables”.