Nueva amenaza para el girasol: cardenales se suman a la «pandilla» de loros y palomas

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Desde el norte de Santa Fe reportan que los cardenales comienzan a atacar los lotes de girasol recién nacidos. Esta inusual amenaza se suma a los daños provocados por loros y palomas en la región.

Loros y palomas han sido tradicionalmente grandes enemigos del girasol en el norte de Santa Fe. Sin embargo, una nueva especie se ha sumado a esta “pandilla” y comienza a afectar los cultivos en las cabeceras de los lotes recién nacidos del noroeste provincial.

Cardenales se suman a los daños en los cultivos de girasol en Santa Fe

El cardenal, apreciado por su vistoso copete rojo y su sonoro canto, es codiciado por cazadores ilegales y comúnmente observado enjaulado en domicilios particulares. Hoy, además, representa una amenaza creciente para el girasol.

Especializado en el monitoreo de cultivos, Martel documenta con fotos y videos todo lo que ocurre en los lotes, ya sea plagas, enfermedades o contingencias agronómicas. En esta ocasión, con cierto asombro, registró un fenómeno inusual en la región.

Desde una de las cabeceras, en los alrededores de Villa Minetti, mostró en una filmación la abundancia de estos pájaros en los árboles contiguos, que se trasladaban constantemente de las ramas al suelo, donde comienzan a emerger los girasoles.

“Muchos lotes ni siquiera los vamos a resembrar, porque lo vuelven a comer”, afirmó Martel a AIRE Agro.

Cómo afectan los cardenales a las plántulas de girasol

“El daño está hecho, aproximadamente en unos 50 metros”, explicó mientras grababa. La filmación evidencia plántulas atacadas a pocos días de nacer: algunas consumidas por completo y otras sólo cortadas en el tallo.

En uno de los lotes, Martel señala que aún hay humedad suficiente para resembrar, pero advierte sobre la conveniencia de hacerlo: “Si resembramos, calculo que van a seguir comiendo hacia adentro…”, sostuvo, y añadió que las nuevas plantas probablemente serían atacadas también. “Muchos lotes ni siquiera los vamos a resembrar, porque lo vuelven a comer”, afirmó a AIRE Agro.

En otra toma, el especialista filma varios ejemplares posados sobre un alambrado en una cabecera y comenta que los cardenales pueden observarse también en la cabecera opuesta. “Así que probablemente tengamos daños allá también. Qué bárbaro”, lamentó.

La abundancia de estas aves es tal que Martel logró registrar, a lo lejos, varios ejemplares que volaban desde el alambrado hacia el suelo, alimentándose de los girasoles recién nacidos en el momento exacto de la filmación.

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