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La campaña de trigo en el Chaco muestra una de las mejores perspectivas de las últimas décadas, con hasta 195.000 hectáreas sembradas y rindes que podrían superar las 4 toneladas por hectárea.
Sin embargo, mientras los productores celebran el buen clima y el potencial de cosecha, crecen las dudas en torno al mercado internacional y la estabilidad de los precios, especialmente para el girasol, cultivo clave que comenzará a recolectarse en diciembre.

La campaña triguera en el Chaco atraviesa uno de sus mejores momentos en décadas, según coincidieron productores y analistas. Ariel Ojeda, columnista especializado en mercados, explicó a Agroperfiles que “Nunca había visto en tantos años un trigo así, sembrado en tiempo y forma, con humedad y en pleno desarrollo”.
Ojeda destacó que el clima ha acompañado de manera favorable, un factor que no siempre se da en la provincia. “Ver el trigo en los departamentos del Chaco es una pinturita, lo cual nos hace pensar en un buen rinde”. En este sentido, dijo que se estima que hay entre 180.000 y 195.000 hectáreas sembradas, lo que podría traducirse en una cosecha histórica.
El especialista recordó que el trigo ha demostrado una gran resistencia en campañas difíciles. “Se ha comportado de una forma estoica y valiente, sorprendiéndonos incluso en condiciones de heladas y calor. Ahora, con lluvias oportunas y temperaturas templadas, el panorama es alentador”.
Proyecciones y datos oficiales
De acuerdo al informe del Ministerio de Agricultura y Producción del Chaco, la superficie sembrada asciende a unas 180.000 hectáreas, aunque técnicos privados elevan la cifra a 195.000. El ministro Oscar Dudik, anticipó que las imágenes satelitales confirmarán con precisión el número final.
Ojeda sostuvo que, de confirmarse esas cifras, “podemos arriesgarnos a hablar de una cosecha de casi un millón de toneladas de trigo, lo que es una locura para la provincia”. Los rendimientos estimados rondan los 2.500 kilos por hectárea, aunque algunos productores mencionan lotes que podrían superar los 4.000 y hasta 5.000 kilos.
La recuperación no solo impactaría en los chacareros, sino en toda la cadena agroindustrial, tras nueve meses de sequía y pérdidas. “El trigo empezó con la recuperación. Estamos muy contentos y ansiosos de que termine septiembre para cosechar bien”, señaló Ojeda.
Los precios internacionales
A todo ello, opinó que el entusiasmo por los rindes choca con un escenario de precios internacionales estables y con tendencia a la baja. “El trigo es un mercado particular. Rusia está cosechando más de lo esperado, Australia alcanzará una de sus mejores campañas y Argentina podría superar los 20 millones de toneladas”, explicó Ojeda a Agroperfiles.
Y agregó que “con una oferta mundial abundante, los valores internacionales se ubican en torno a los 185 dólares por tonelada en Chicago y 187 en Rosario. Si hay un 2 adelante, vendé algo. Ese precio no creo que se mantenga por la situación internacional”, aconsejó el analista, sugiriendo a los productores tomar posiciones en el corto plazo.
El mercado de futuros muestra escasos márgenes de mejora. Las posiciones a marzo apenas alcanzan los 196 dólares. En este marco, Ojeda fue claro al describir que “después de la oferta, todo lo baja. El mercado es muy complejo, pero por todas las aristas que lo componen, no hay motivos para esperar precios más altos”.
Expectativas por el girasol chaqueño
Para Ojeda, mientras el trigo transita su etapa final, la atención se concentra en el girasol, un cultivo emblemático del Chaco. “La provincia se anticipa al resto del país, con una cosecha que comienza en diciembre y despierta fuertes expectativas” adelantó.
Y resaltó: “El año pasado nos encontramos con una cosecha récord de 4 millones de toneladas y valores muy interesantes, que llegaron a 370 dólares por tonelada”. Sin embargo, aclaró que la situación internacional es más incierta. “Europa, que depende de países como Ucrania y Rumania, atraviesa problemas productivos, pero a la vez existe una oferta creciente en Argentina”, dijo.

Según datos preliminares, ya se sembraron más de 383.000 hectáreas en la provincia, lo que garantiza una fuerte presencia del cultivo en el mercado. “El comprador sabe que en diciembre y enero habrá mucha oferta, por eso se sienta a negociar y busca pagar el menor precio posible”, analizó.
El dilema de los precios
La pregunta central es cómo lograr estabilidad en los precios del girasol. “Argentina no participa en el mercado de girasol como lo hace con el maíz o la soja. Eso nos afecta porque dependemos de factores externos, como la guerra o las cosechas de Ucrania y Rusia”, advirtió Ojeda.
El especialista subrayó que, aunque técnicamente el aceite de girasol debería valer más, la realidad es otra. “Si el 26 de diciembre hay 300 camiones de girasol en el campo, eso va a afectar el precio. Es la ley de la oferta y la demanda, no una discusión”.
Para los productores, el cultivo sigue siendo una apuesta noble y tradicional en el Chaco, aunque con riesgos. “No te podés hacer millonario con un negocio ni fundirte con un negocio. Es un trabajo más, con muchas aristas”, reflexionó Ojeda, destacando que la clave está en aprovechar la oportunidad y diversificar.
Libre mercado y realidad chaqueña
En otro punto, Ojeda insistió en que los precios se determinan por el acuerdo entre compradores y vendedores, sin fórmulas mágicas. “El precio es como una relación, tienen que estar de acuerdo las dos partes. No porque yo quiera que me paguen más significa que me lo van a pagar”.
El mercado del girasol, al no estar tan integrado a nivel mundial como otros granos, depende en gran medida de las decisiones locales y de la concentración de compradores. “Van a pagar el precio que puedan pagar. Si con 330 no venden, prueban 340, y si con 350 les venden, listo, ese es el precio”, explicó.
De esta manera, auguró que el futuro inmediato combina dos caras: el optimismo por los altos rindes en trigo y girasol, y la cautela frente a mercados internacionales que marcan el pulso de los precios. “El desafío para los productores chaqueños será administrar esa dualidad, equilibrando expectativas con realidades” finalizó el corredor Ariel Ojeda.